"Las protestas han despertado la conciencia de barrio en Miribilla"
Un día similar al resto, mientras jugaban con sus hijos en el parque, una de las madres de los 100 niños que se han quedado sin plaza en el colegio Iruarteta de Miribilla, les abrió los ojos: "Aquí lo que hace falta es un colegio nuevo". En ese momento Estibaliz Alonso, otra de las madres afectadas, colgó un cartel en la escuela para iniciar una protesta. Ahora, han recogido más de 1.100 firmas en pro de un nuevo centro escolar y han conseguido el compromiso del Gobierno vasco de realizar una ampliación en Iruarteta. Aun así, el día 17 se concentrarán en el nuevo frontón para que se siga escuchando su lucha. Ha nacido el espíritu reivindicativo de Miribilla.
¿Cuál fue la gota que colmó el vaso y provocó este movimiento?
Llevábamos más de dos años recibiendo malas contestaciones de Educación y un día, hablando en el parque con el resto de padres, nos dimos cuenta de que todos estábamos desesperados. Vimos que esta situación era una locura y que este año íbamos a quedarnos fuera de las listas por segundo año consecutivo. Entonces, una madre dijo que lo que hacía falta era otro colegio. Y la verdad es que nunca habíamos pensado que se podía pedir eso. Nos cansamos de dar vueltas y decidimos recoger firmas para presentar en el Gobierno vasco el malestar del barrio.
Y la respuesta fue apabullante.
El primer día recogí 200 firmas. Había mucho malestar y se notaba porque la gente firmaba nada más ver para qué era. A la semana había recabado 1.130; un indicador brutal de que el tema mueve a la gente. No sabíamos hacia dónde canalizar el malestar y al final hemos visto que juntos podemos conseguir algo.
Y decidieron crear la plataforma Sin colegios en Miribilla...
Sí. Necesitábamos crear una asociación para poder protestar en condiciones y al final decidimos unirnos a la asociación de vecinos. Ahora estamos intentado que se haga más fuerte con perfiles en Facebook, Twitter, un correo electrónico... porque antes carecía de esos medios de difusión.
Este espíritu reivindicativo era lo único que le faltaba a Miribilla para ser barrio...
Sí, la verdad es que sí, porque barrio lo es, hay mucha camaradería, mucho comercio de barrio... Los vecinos estamos juntos mucho tiempo... Sí que es un barrio muy bueno para vivir, con muchos niños, claro, pero hay que pagar un precio: no hay matronas, no hay pediatras… Estas protestas han despertado la conciencia de barrio en Miribilla.
Y por parte de algunos vecinos ya se había criticado el poco espíritu reivindicativo...
Hace poco nos dijeron que éramos un barrio un poco amilanado. Decían que la gente joven no se va a unir. Aunque tampoco somos tan jóvenes… (risas). Pero sí que es verdad que hay menos tradición de concentración o protesta como igual en el barrio de Rekalde, que la liaron con el metro, o Arangoiti, con el ascensor. Son barrios con vecinos que llevan 50 ó 60 años viviendo allí y esa gente mayor sabe que a los políticos hay que azotarles, supongo.
Miribilla es un barrio joven, ¿esto marcará un antes y un después en la vida del barrio?
Sería muy pretencioso por mi parte decir que sí. Pero estamos sorprendidos de la acogida que ha tenido la protesta. Yo tengo dudas de que se vaya a conseguir porque el Gobierno vasco es duro de pelar, pero la idea del vínculo asociativo entre unos y otros para poder luchar por cosas que nos interesan ha calado. En ese sentido me gustaría pensar que esto puede ser un antes y un después porque tenemos más problemas: el instituto, el centro de salud, que está aún sin construir...
¿Se han fijado en algún barrio en concreto o han pedido consejo a la hora de organizar sus protestas?
No. No hemos tenido tiempo porque lo nuestro ha ido vertiginosamente rápido. Acabamos de empezar y es algo como muy a largo plazo.
Protestar no es tan fácil como se pueda pensar, ¿no?
(Risas). Es como otro trabajo más. Siempre surge algo a última hora y aparece gente que en lugar de estar vinculada al mismo objetivo va más a lo suyo y puede desviar la atención. Además, es un poco desesperante porque cuando lees el foro de Miribilla te das cuenta de que la gente se echa los trastos los unos a los otros. Se genera la división con polémicas personales sobre quién gana más, quién menos... Es una pena porque en la desunión salimos perdiendo. Pero es muy estimulante.
Y si se logra el objetivo lo es aún más...
Sí, porque está todo el mundo muy motivado. Por el momento se está hablando mucho de ello pero hoy por hoy seguimos sin tener una respuesta de Educación. Les mandamos un correo y no han contestado, cosa que no me extraña porque ya sé el trato que dan, llevo dos años intentando hablar con ellos. Como somos muchos seguro que al final nos escuchan. Y si construyen el colegio sería una pasada. No sé que innovación y qué País Vasco de futuro quieren si no se invierte en Educación. Es de cajón.
¿La ampliación del colegio solucionaría sus problemas o es insuficiente?
Con los datos de este año sobraban 100 niños, eso daría como para dos colegios con tres líneas cada uno porque son 18 niños por aula. De momento van a recolocar a los niños en diferentes centros, pero o están muy lejos o no son del gusto de los padres, como el colegio Miribilla, donde no se logran los objetivos académicos. Una ampliación con tres líneas de tres años podría ser una solución, aunque este es un problema que también afecta a otros barrios.
¿A cuáles?
Al barrio de San Adrián o al de Irala, ya que la gente de Miribilla acude a sus centros y ellos, que les corresponde por zona, lo tienen más difícil para apuntar a sus hijos. Esto también puede ser una reclamación para ellos.
A parte del colegio, ¿qué más necesidades tiene el barrio con más natalidad de Euskadi?
Lo principal es que nos falta un colegio. Pero tampoco tenemos haurreskola, hay una pero está en Bilbao La Vieja, abajo del todo. Y un centro de salud, que debería estar ya construido y ni se ha empezado. La gente está contando barbaridades de cómo se está atendiendo en Pediatría en el centro de salud actual, que corresponde también a Irala, a San Adrián... Y no es porque los pediatras sean malos sino porque no dan abasto, están saturados. No se entiende que en un barrio como este no funcione el ambulatorio.
¿Así que la plataforma junto a la asociación de vecinos seguirá a pie del cañón?
Sí, tenemos muy claro que después de esta pelea vendrá otra y otra... Vamos a seguir peleando a muerte. Y no solo los que tenemos niños pequeños o nos afecta directamente. Hay gente que cree en el cooperativismo, en la protesta, y han hecho muchas cosas desde la asociación de vecinos. Nosotros nos asociamos con ellos y seguiremos ahí, peleando. No sé si nos va a costar un poquito de salud, la verdad, pero bueno, como somos muchos, nos iremos rotando.
